“Sufrimos porque nos roban los requisitos mínimos para la vida”

Desde que el Estado sionista de Israel institucionalizó la ocupación colonial del territorio palestino hace casi 80 años, y especialmente desde el 8 de octubre del año pasado, hemos sido testigos de las atrocidades cometidas para sostener ese Estado y la idea excluyente de nacionalidad religiosa que pretende fundamentar su derecho a existir. Se está llevando a cabo un genocidio. Premeditado, planificado y con un objetivo claro: exterminar a la población Palestina (Anatomía de un genocidio, Francesca Albanese) y no debemos dudar en llamarlo por su nombre.

Antes de la creación del Estado de Israel ya existía un movimiento anarquista que “tanto entre los palestinos como entre los judíos, se opuso a la creación de un Estado judío y trabajó en cambio por una sociedad de judíos y árabes, sin Estado, de democracia directa y pluralista”. Judíos anarquistas como Rudolf Rocker o Gustav Landauer inspiraron los movimientos libertarios. Según Barsky (1997) los sionistas comunitarios originales se oponían a la creación del Estado, ya que esto “requería repartirse el territorio y marginar, por motivos religiosos, a una parte importante de su población pobre y oprimida, en vez de unirla a partir de principios socialistas” (Anarquismos no Occidentales).

El movimiento anarquista resiste en Palestina y rechaza las formas de autoridad que no representan al pueblo Palestino (la Autoridad Palestina y el presidente Mahmoud Abbas). Esta autoridad es completamente rechazada en las calles pero es reconocida por las Naciones Unidas y apoyada por EEUU. La Autoridad Palestina “persigue a la juventud activista palestina que lucha contra la ocupación sionista de una forma u otra y que la ocupación no puede detener”. Esta autoridad, que supuestamente defiende los intereses palestinos, firmó un acuerdo en el que se acordaba una “ocupación en términos de seguridad”.

En Palestina, la lucha continúa y los jóvenes anarquistas tienen un papel muy importante en ella. Su lucha, que va desde la autoformación hasta la acción directa y armada, pretende combatir el sionismo, liberar Palestina y restablecer la libertad. Desde FAUDA nos transmiten:

Necesitamos movimientos juveniles que crean en la posibilidad de la liberación y que trabajen para construir unidad con el resto de movimientos y tendencias en Palestina. La experiencia ha demostrado que un único movimiento, por sí solo, no puede lograr ningún logro importante que conduzca a la liberación de Palestina. Necesitamos tratar entre nosotras, seamos musulmanas, judías, cristianas, conversas, anarquistas o de otras ideas que también existen en el mundo palestino”.

¿Qué es la vida?

Llevamos años luchando en Palestina para poder experimentarla algún día.

Para esta experiencia, no tenemos otro camino.

حركة الأناركية بفلسطين

فوضى

El movimiento anarquista en Palestina – FAUDA

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