Hace poco descubrí un vídeo que habla de los "mini essay" como herramienta de aprendizaje. Como su nombre indica, son mini ensayos en los que desarrollas una idea pero de manera muy breve (aproxidamente 500 palabras) y que escribes en unos 30 minutos, como mucho 1 hora. El objetivo es acabar con el bloqueo. Pensar un tema, tener una idea y ejecutarla. No hace falta hacer una investigación enorme, no hace falta que sea un artículo de 30 páginas. Basta con que tenga sentido y te sirva para aprender un poco. Ayer hice mi primer mini ensayo y el proceso me gustó bastante. Me senté a escribir sobre una frase que había escuchado en un vídeo y que me había gustado, lo uní con otras cosas que había visto recientemente y lo mezclé con mis ideas.
No me gusta muchísimo el resultado final, la verdad. Es bastante simplón y podría darle más vueltas, pero lo escribí en 20 minutos y me entretuve mientras lo hacía. Creo que es una buena forma de pasar el rato y de soltarte para escribir más. Y, por supuesto, siempre tienes la oportunidad de volver a un mini ensayo y re-hacerlo o ampliarlo y convertirlo en algo más grande. Por ahora, a mí me gusta la idea de que sean pequeños textos que se autodestruyen.
Introducción
¿Cómo dejar ir algo que quieres? ¿Por qué nos cuesta tanto dejar ir? Quiero explorar brevemente en qué consiste dejar ir. Es un tema muy amplio ya que podemos hablar de dejar ir personas, ideas, proyectos. Incluso dejarnos ir a nosotros mismos. Abandonar algo que creíamos intrínseco a nuestra persona pero que ya no forma parte de nosotros.
Desarrollo
El ser humano es el único animal que conserva. Bueno, quizás no el único pero creo que sí es el único que tiene un afán por conservar extremo. Inventamos la escritura, transmitimos mitos de manera oral, hacemos fotos, grabamos vídeos… Estamos obsesionados con conservar el pasado.
Si es algo que hacemos desde prácticamente el inicio de los tiempos, ¿por qué hablar de dejar ir? Bueno, dejar ir es cambiar. La naturaleza empuja a los animales al cambio. Dejar ir es la única forma de cambiar1. De ser otra cosa. Cuando nos aferramos a algo nos quedamos estancados. La conservación nos da seguridad, estabilidad pero también nos bloquea y nos impide enfrentarnos a lo desconocido, incluso puede que nos impida aceptar al otro.
¿Qué pasa cuándo nosotros somos los dejados? Cuando otra persona quiere dejarnos ir. A mí me costó mucho dejar ir a un amigo. No es que esa persona no se pudiera ir, de echo se fue, pero no la saqué de mi interior. Había asociado una serie de ideas a esa persona, a lo que yo creía que era esa persona. Tenía miedo de lo que pasaría si la soltaba, de lo que ese hecho decía de mí misma. Me había acostumbrado a tener a esa persona en mi vida de cierta forma y de repente veía la vida de una manera muy cerrada y limitada. Nos sorprendemos cuando una persona nos deja porque de repente vemos su libertad, su agencia, y eso nos atrae aún más.
Cuesta mucho dejar ir lo malo. Superar los traumas, olvidar aquel momento en el que hicimos el ridículo. Sin embargo, cuesta aún más dejar ir lo bueno. Sientes que si dejas ir a una persona, a una ciudad o un grupo de amigos, estás borrando o mancillando aquello que una vez fue bello. ¿Cómo dejar ir aquellos momentos en los que realmente fui feliz? Se nos olvida que precisamente las cosas bellas están hechas para no durar para siempre. Quizás las cosas más honestas no duren para siempre, y está bien.
Dejar ir también está relacionado con perdonar. Un chico argentino que habla de filosofía dice en un reel:
¿Realmente sabemos perdonar? Lo más jodido de perdonar es justamente dejar atrás lo que te dañó y seguir adelante con la persona. Pero ¿cómo hacemos? Para Hannah Arendt el perdón funciona únicamente en la medida en que nos libera de las consecuencias del acto que hicimos. Osea, no existe perdonar por la mitad. Perdonar es perdonar, dejar algo en el olvido. Desactivo la cadena de consecuencias y te libero de la cagada que hiciste. Uno no perdona actos, perdona personas. No te perdono que me fallaste, que no viniste… te perdono a vos que sos más que el acto que estoy perdonando. Yo perdono porque estoy dispuesto a reconocer que el otro vale más que las consecuencias de sus actos. Un quién que vale más que su qué hizo. Por eso el perdón es compromiso, porque es un punto cero en nuestra relación, una forma de volver a empezar. Libres.
Conclusiones
Para poder vivir tenemos que dejar ir. Porque dejar ir es cambiar y cambiar es descubrir y si no descubres no vives. La vida es una sucesión de descubrimientos.
Descubres personas, lugares, actividades. Y sobre todo te descubres a ti misma sintiendo cosas distintas cada vez que haces alguna de esas cosas. Dejar ir es duro pero con ese dolor podemos hacer arte y a través de ese arte podemos sufrir menos. Y eso es bello.
Referencias
Podcast: Ciberlocutorio: Dejar ir – con Sara Torres
Video: El arte de dejar ir – Juglans Paul
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- Nótese que no uso la palabra evolucionar, no creo que debamos pensar en esos términos ↩︎
Muy interesante el texto. Los animales tratando de continuar con las conductas adquiridas en las ciudades, como puede ser l anidar en postes o cambiar sus hábitos alimenticios. ¿no están de alguna forma luchando en contra del cambio cuando los ecosistemas varían por culpa de los seres humanos?
Hola! Gracias por tu comentario. Es cierto, aunque podríamos analizar ese comportamiento a través a la inversa. La conservación podría ser huir del habitat contaminado y volver a lo conocido, a un sitio sin humanos donde haya lo mismo de siempre. Los animales que se quedan en las ciudades cambian sus formas de construir nidos, cambian su alimentación, cambian de depredadores… Es sólo una hipótesis, no sé nada de pájaros.
Sería interesante buscar animales que tengan este instinto de conservación, como tu ejemplo de los pájaros.