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Más fanzines

En el verano de 2024 terminé dos fanzines de los que estoy muy orgullosa. Fueron los primeros que hice en Procreate y les dediqué mucho tiempo e ilusión.

PROYECCIONES

Este fanzine consiste en una recopilación de pequeñas historias, algunas de las cuales escribí hace ya varios años. Las leí de nuevo y traté de darles una visión nueva, reescribirlas un poco. Son historias basadas en hechos reales a las que les añado un toque de fantasía. Lo que me hubiera gustado que pasara, lo que me hubiera gustado decir… lo que en mi cabeza pasaba.

VINO: ETIQUETAS Y OTRAS CURIOSIDADES

Este fanzine nace a partir de un trabajo que hice para la asignatura «Etnología del Mediterráneo». Durante mi investigación para este trabajó encontré la colección de etiquetas de vino de mi abuelo y un artículo de periódico en el que entrevistaban a mi bisabuelo.

Fue muy divertido recopilar las etiquetas y montar este fanzine. Además, aprendí mucho sobre las bebidas principales de la cuenca mediterránea. Me quedé con las ganas de hacer uno mano estilo collage…

Manifiesto de primavera

Creo que este texto no sigue realmente una estructura de manifiesto. No sé cómo se hace un manifiesto. Pero realmente o titulaba esto como manifiesto o como carta de suicidio lol.

Este manifiesto ha tenido muchos títulos provisionales: “Manifiesto de una persona que no entiende este mundo”, “Manifiesto de una persona que no sabe cómo existir”, “Manifiesto 1”. Finalmente he decidido que su título hiciera referencia a la estación actual, que en Sevilla se siente como verano.

El viernes 14 de marzo fui a mi primer desahucio. Echaron a una mujer de su casa. La policía se reía. Uno de los policías llevaba un parche en su uniforme con una calavera y un texto que decía “Si vis pacem, para bellum” que en latín significa: Si quieres paz prepárate para la guerra. Bastante nazi la verdad. Fue uno de esos días en los que sentí que la lucha social no sirve para nada. Mucha gente gritando las mismas consignas que se gritaban hace 10, 20, 30, 50 años. Y nada cambia. Me siento bastante derrotista últimamente.

Creo que soy una persona demasiado racional. Racionalizo mis sentimientos y pretendo entender las cosas a través de la razón. Convencerme de las cosas. Desde que soy adolescente he buscado unas reglas, unas leyes que me digan cómo vivir en este mundo y no sentirme así de mal. Primero creí en el sistema: estudia, saca buenas notas, haz una carrera, trabaja, decora tu casa (tengo dibujos que hacía de pequeña de planos de cómo sería mi casa soñada, guardaba los catálogos de ikea y recortaba los muebles que me gustaban). Hice todo eso y me sigo sintiendo mal. Además, la Antropología y las distintas personas y espacios que he conocido en los últimos años me han hecho mirar detrás de bambalinas. Cómo funciona este show. No tenía suficiente con sentirme mal conmigo que ahora además me siento mal en el mundo. Ahora siento que todo lo que haga (trabajar, seguir estudiando, incluso no hacer nada; será seguir la rueda del sistema). Ojalá existieran unas reglas, unos pasos a seguir que me hicieran sentirme bien. Que me hicieran ser buena persona. Ahora siempre me planteo si estoy luchando lo suficiente. Si estoy perdiendo el tiempo. ¿Qué Gloria quiero ser? ¿Puedo ser solo una? Me cuesta pensar en la dualidad. Me cuesta vivir en la contradicción.

Por cierto. Me angustia enormemente mi lista de “Ver más tarde de Youtube”. Y mi lista de películas por ver, libros por leer y podcast por escuchar. ¿Por qué me angustia? Soy mi peor pesadilla. Me invento obligaciones y luego me siento mal por no cumplirlas. Desde primaria he tenido una agenda todos los años de mi vida. Salvo algunos viajes o vacaciones de verano, no he vivido ni un sólo día de mi vida sin tener a mi lado una lista de cosas que hacer. Un calendario mensual, semanal, diario y por horas. Tengo que saber qué hacer en cada momento. Me da miedo perderme. Puede que me de miedo tener libertad. La lista de hoy es:

  1. 7:30 Llevar a Anto al colegio
  2. Hacer reading examen inglés
  3. Decoración Garbanzo negro
  4. Llamar a Nacho
  5. Lavadora
  6. Tender
  7. Recoger
  8. Mail Valencia
  9. 15:00 Galletas
  10. 19:30 Lui
  11. Writing examen
  12. Writing examen 2

Supongo que este es el drama de estar en tus veinte. De lo que todo el mundo habla. De lo que se ha escrito mucho ya. También hay mil pelis (coming of age movies). Pero no me ayuda. Quizás no hay forma de evitar esto. La única forma es atravesarlo. El núcleo duro hay que atravesar, como dijo Eddi Circa.

EL DESORDEN

Tengo una agenda. Uso diariamente Notion. Tengo post-its y calendarios. Anoto mis gastos y los analizo mes a mes. Guardo todas mis fotos en un disco duro, cuidadosamente ordenadas. Planifico cuando toca limpiar, cambiar las sábanas y lavar la ropa. ¿Cuánta energía gasto en luchar contra el desorden? El estado natural de las cosas es el desorden. La entropía dicen los científicos. Cuando friego (y en general cuando realizo cualquier tarea) me siento Sísifo subiendo la piedra esa por la cuesta. Friegas, secas las cosas, las guardas. Y luego tienes que comer otra vez. La piedra se desliza colina abajo y, suspirando, vamos a por ella. ¿Se puede ser feliz subiendo la cuesta? Desde que tengo uso de razón he luchado contra el desorden. Siempre me ha gustado tener cajones y cajas donde almacenar cosas. Libretas con listas. Pegatinas que indican el contenido de las cosas. Desde mi punto de vista, las personas que no hacen una to do list cada día, que no apuntan sus tareas y eventos en un calendario, que no registran y contabilizan, viven la vida de forma temeraria. No le tienen miedo al desorden. Yo, sin embargo, le temo tanto que lucho cada día contra él. Me giro, resoplo y vuelvo a subir la piedra.

Experimento creativo: VIDEOCOLLAGE

Este vídeo existe porque un día decidí apuntarme al taller del CICUS «Laboratorio de Creaciones» (si vivís en Sevilla os lo recomiendo) impartido por Mercedes Duque. En este taller Mer nos proponía hacer EXPERIMENTOS CREATIVOS a raíz de dos libros: «La seducción» y «El celo». Este video collage (técnica en la que agrupas vídeos de tu galería para intentar darles un sentido DESPUÉS de haber sido grabados) esta inspirado en «El celo» de Sabina Urraca. La frase principal que inspiró el experimento es «¿Qué necesidad hay del diablo cuando basta la persona?». También utilizó las reflexiones sobre el cuerpo y la autodestrucción. «El celo» es un libro fascinante tanto por su forma como por su contenido. Espero que disfruten de este pequeño experimento creativo. VOZ EN OFF: ¿Qué puede hacer un cuerpo? ¿Cómo definimos un cuerpo? ¿Cuál es su forma ideal? Judith Butler le hace estas preguntas a Sunaura Taylor mientras dan un paseo. Un cuerpo es capaz de enviar mensajes con los pies. Es capaz de bailar durante horas sin descanso y de no dormir en 2 días. Es capaz de besar, de abrazar, de parir y de pegar un puñetazo a una pared. Es capaz de atravesar un bosque y llegar a un claro. Tener un cuerpo es doloroso. Es inevitable y ninguna dieta te librará de tu cuerpo. Amar es una de las cosas más difíciles que puede hacer un cuerpo. Para amar hay que ser un titán. Los cuerpos dominan y son dominados. ¿Sabe un cuerpo que domina a otro? ¿Sabe un cuerpo que está siendo dominado? Unos cuerpos se domestican a sí mismos y otros cuerpos son domesticados. Hay cuerpos que luchan contra sí mismos y cuerpos que luchan contra otros. Hay cuerpos que luchan con la mirada, otros con la palabra, otros con una catana y otros con las manos. ¿Qué puede hacer un cuerpo? ¿Qué puede hacer mi cuerpo? Puedo andar, puedo bailar (a veces), puedo abrazar, puedo llorar, no puedo tocar la punta de mis pies con mis manos, no puedo correr. Puedo hacerme daño. ¿Qué necesidad hay del diablo cuando basta conmigo misma?

https://youtu.be/44r5wa9mYCg?si=gMrj7lsGl_Yulr65

Quedan en la azotea

Es agosto y en la azotea hace calor. Da el sol durante todo el día así que nos quitamos la camiseta. Abrimos la silla de plástico y encendemos la maquinilla. Puede parecer banal pero hace falta mucha confianza para dejar a alguien a cargo de tu pelo. Y mucho amor. Con ellas hay de sobra. En la azotea no nos ve nadie, podemos hablar, mirarnos, no taparnos las tetas y mirar desde arriba. El cuerpo se relaja y se destensa cuando está entre cuerpos parecidos. Las piezas encajan y las diferencias se compensan. La guardia se baja y te sientes bien. Me gusta cortarles el pelo y raparlas, dejarlas y que me dejen perfecta. Es como enfocar su imagen, haciendo que sean ellas, nítidamente. Lo hacemos en la azotea para no manchar dentro. Los pelos pequeños son más difíciles de recoger, así quedan en la azotea. Y se los lleva el viento.

MIS PRIMEROS FANZINES

Durante la primavera de 2024 publiqué (no sé si esa palabra tiene sentido) creé mis dos primeros fanzines: «Recopilación de textos volumen I» y «Mi cuerpo contra mí».

Son dos fanzines hechos a mano, usando la técnica del collage, la escritura directa y textos impresos.

Son los primeros fanzines que compartí con el mundo y, en septiembre de 2024, pude venderlos e intercambiarlos (junto con mi amiga Paula) en el Skisomic Fest de Sevilla.

Recopilación de textos volumen I

Está «maquetado» para que puedas imprimirlo directamente. No he podido subir las imágenes ordenadas porque lo escaneé tal cual.

Mi cuerpo contra mí

Está «maquetado» para que puedas imprimirlo directamente. No he podido subir las imágenes ordenadas porque lo escaneé tal cual.

Volver


Han pasado casi siete días. Hoy he explotado, si llego a quedarme un día más igual no lo cuento. Vuelvo a Sevilla y se me hace raro usar la palabra volver. Casi siempre que hablo de mis tránsitos entre Chipiona y Sevilla al primero le acompaña un “volver a” (volver a casa, volver con mis padres, volver al pueblo) y al segundo un “ir a” (ir a la universidad, ir al piso, ir a hacer cosas). Hoy sin embargo siento que vuelvo a Sevilla. Voy escuchando música y a pesar de que subo el volumen no consigo silenciar el traqueteo de maleta rodando por la acera mientras cruzo la calle Don Fadrique. Voy tirando de la maleta, no es ella la que tira de mí, voy lenta. Cuánto pesa. Cuánto pesan esos días en Chipiona. Mi cara también pesa y me cuesta mirar hacia arriba. Cuando estoy triste mi cara engorda. Creo que es debido al esfuerzo por intentar no llorar. La tristeza se acumula en el entrecejo, en los ojos y en la boca. Aprieto. Voy a contracorriente, todas las personas que me cruzo van a salir un viernes noche, tienen esa energía. Me cruzo a mi compañera de piso, que también va en dirección contraria. Sin bajarse de la bici me grita “hola, voy tarde, te quiero”. Son solo dos segundos en los que solo me da tiempo a levantar la mirada y decir hola antes de romper a llorar. Se me acaba el tiempo con ella, en poco se va dos meses a Perú y ya la hecho de menos. Lloro y pienso en que solo quiero soltar la maleta y contarle cuánto me pesa, pero se tiene que ir a trabajar. Últimamente nunca coincidimos. Veo el portal y acelero. Entro en casa y por fin suelto la maleta. Pero sigo cansada, sigue pesando.

Me pediste un nacimiento y no podía parar de pensar en nosotras

Texto para la Agenda Comadre con la temática «Amigas»

Me gusta pensar en que todas las decisiones que he tomado, todos los caminos que elegí (y los que descarté) me han llevado a conocer a mis amigas. Y es que con cada una de ellas he nacido. Mis amigas son espejos de quién soy, de mis mejores cualidades, de mis peores defectos, de mis dudas, de mi pasado y de mis sueños. Ellas me han llevado a otras realidades, me han hecho nacer en otros mundos y me han mostrado reflejos de mí misma que ni sospechaba que existían. Esto me lleva a hablar de la autoestima. Durante un tiempo pensé que “mejorar tu autoestima” consistía en sentarse, mirarse al espejo, repetir algunas frases y quererse más. Ahora sospecho que mi autoestima siempre ha sido la misma*, lo que ha ido cambiando ha sido la gente a mi alrededor, los espejos donde me miro, donde me veo reflejada. Los ojos de mis amigas han hecho que me quiera más. Su amor me ha hecho más valiente. Con ellas me siento segura y acompañada. Lo que yo sentencio que son defectos o inseguridades, es transformado por mis amigas en algo bueno y me devuelven una imagen de mí misma a la que no me da vergüenza mirar. Los defectos que considero molestos e insoportables son abrazados por mis amigas y me recuerdan “no te rayes, no pasa nada, te queremos igual, nadie es perfecto”. Y esto último es muy importante, a pesar de todo lo que he dicho anteriormente, no quiero idealizar a mis amigas. Me enfado con ellas, tengo celos y a veces me hacen pasar malos ratos cuando me preocupo por ellas. Pero merece la pena. Merece la pena porque sin ellas no existiría, no habría nacido.

*Nuestro valor siempre es el mismo. No depende de nada. De cómo seas físicamente, de lo que consigas, de las series que ves, de la ropa que usas… Nuestro valor es único, constante, no cuantificable y no necesitado de justificación. El capitalismo y otros males se esfuerzan en hacernos creer lo contrario pero LAS AMIGAS nos recuerdan la verdad una y otra vez.

“Sufrimos porque nos roban los requisitos mínimos para la vida”

Desde que el Estado sionista de Israel institucionalizó la ocupación colonial del territorio palestino hace casi 80 años, y especialmente desde el 8 de octubre del año pasado, hemos sido testigos de las atrocidades cometidas para sostener ese Estado y la idea excluyente de nacionalidad religiosa que pretende fundamentar su derecho a existir. Se está llevando a cabo un genocidio. Premeditado, planificado y con un objetivo claro: exterminar a la población Palestina (Anatomía de un genocidio, Francesca Albanese) y no debemos dudar en llamarlo por su nombre.

Antes de la creación del Estado de Israel ya existía un movimiento anarquista que “tanto entre los palestinos como entre los judíos, se opuso a la creación de un Estado judío y trabajó en cambio por una sociedad de judíos y árabes, sin Estado, de democracia directa y pluralista”. Judíos anarquistas como Rudolf Rocker o Gustav Landauer inspiraron los movimientos libertarios. Según Barsky (1997) los sionistas comunitarios originales se oponían a la creación del Estado, ya que esto “requería repartirse el territorio y marginar, por motivos religiosos, a una parte importante de su población pobre y oprimida, en vez de unirla a partir de principios socialistas” (Anarquismos no Occidentales).

El movimiento anarquista resiste en Palestina y rechaza las formas de autoridad que no representan al pueblo Palestino (la Autoridad Palestina y el presidente Mahmoud Abbas). Esta autoridad es completamente rechazada en las calles pero es reconocida por las Naciones Unidas y apoyada por EEUU. La Autoridad Palestina “persigue a la juventud activista palestina que lucha contra la ocupación sionista de una forma u otra y que la ocupación no puede detener”. Esta autoridad, que supuestamente defiende los intereses palestinos, firmó un acuerdo en el que se acordaba una “ocupación en términos de seguridad”.

En Palestina, la lucha continúa y los jóvenes anarquistas tienen un papel muy importante en ella. Su lucha, que va desde la autoformación hasta la acción directa y armada, pretende combatir el sionismo, liberar Palestina y restablecer la libertad. Desde FAUDA nos transmiten:

Necesitamos movimientos juveniles que crean en la posibilidad de la liberación y que trabajen para construir unidad con el resto de movimientos y tendencias en Palestina. La experiencia ha demostrado que un único movimiento, por sí solo, no puede lograr ningún logro importante que conduzca a la liberación de Palestina. Necesitamos tratar entre nosotras, seamos musulmanas, judías, cristianas, conversas, anarquistas o de otras ideas que también existen en el mundo palestino”.

¿Qué es la vida?

Llevamos años luchando en Palestina para poder experimentarla algún día.

Para esta experiencia, no tenemos otro camino.

حركة الأناركية بفلسطين

فوضى

El movimiento anarquista en Palestina – FAUDA

Entrevistas

Quiero ser un árbol

Hace poco (varios meses en realidad lol) terminé de leer el libro La vida secreta de los árboles de Peter Wohlleben. Ahora, seis meses después de leerlo (y con el objetivo de escribir un artículo interesante) me he dado cuenta de que quiero ser un árbol. Creo que no estoy hecha para el frenético mundo humano. Muchas responsabilidades, muchas incertidumbres, mucha soledad… No quiero simplificar el mundo de los árboles (de hecho, es extremadamente complejo) pero creo que vivir siendo un árbol sería el balance perfecto para mí. Por un lado, raíces firmes y seguras, ancladas a la tierra, conectadas a través del micelio con el resto de mis colegas árboles (me estoy adelantando). Por otro lado, ramas que se extienden hasta el cielo, mecidas por el viento, buscando el sol, la lluvia y en constante relación con pájaros, insectos y otros animales. Podría tener lo mejor de los dos mundos. La estabilidad y la novedad. La certeza y la incertidumbre.

La vida secreta de los árboles es bastante fácil de leer. Está dividido en capítulos, en cada uno de los cuales se aborda un tema distinto sobre el funcionamiento de los árboles, de las plantas y en general de los bosques. He de confesar que no lo he leído entero, pero los capítulos que he leído me han gustado mucho. Os dejo algunos de mis favoritos aquí. Os dejo también un enlace donde podéis encontrar algunos capítulos del libro por si queréis echarle un ojo: https://www.aglutinaeditores.com/media/resources/public/c2/c2db/c2db386b21c44f8abfffff8d506f48eb.pdf

  • El lenguaje de los árboles
  • Asistencia Social
  • Juntos funcionan mejor
  • Cuestión de carácter
  • La noción del tiempo
  • ¿Árbol o no árbol?
  • Amor

Algunos capítulos captaron rápidamente mi atención y fueron fáciles de leer. Sin embargo, otros utilizaban un lenguaje un poco más técnico o mencionaban especies de árboles que, debido a mi ignorancia, yo no era capaz de visualizar en mi cabeza. Creo que este libro ganaría mucho si tuviera imágenes (o si lo leyera una persona con un mínimo conocimiento sobre árboles, yo personalmente no sé diferenciar una haya de un roble).

Al comienzo del libro, leí una frase que me dejó un poco enfadada. En concreto en la página 10, el autor dice lo siguiente:

Un bosque más sano, incluso puede que más feliz, es esencialmente más productivo, lo que significa al mismo tiempo mayores ingresos.

Esta frase me decepcionó. Odio cuando la productividad se utiliza como argumento para cambiar o mejorar las cosas. La frase podría ser perfecta si fuera: Un bosque más sano es un bosque más feliz. Punto. Por suerte, a medida que leí más del libro, me encontré con explicaciones que me gustaron más y que hablaban sobre redistribución, igualdad, amor…

Me alegró descubrir que el escritor sí que está de acuerdo conmigo y al final del libro escribe: 

(…) nuestra preocupación por los árboles no debería basarse sólo en su utilidad material. También merece la pena mantener sus pequeños misterios y maravillas. Bajo el techo de hojas, tienen lugar dramas y tranquilas historias de amor. Delante de nuestra puerta tenemos el último reducto de la naturaleza en el que todavía pueden vivirse aventuras y descubrirse secretos. Y quién sabe, quizás algún día pueda descifrarse el lenguaje de los árboles y con él, material para nuevas e increíbles historias. (pág. 214)

Otra razón por la que me gustaría ser un árbol es su vida en comunidad. No siguen la ley del más fuerte de la que tanto hablan los petardos libertarios y los anarco capitalistas. Podríamos pensar que, creciendo más que los otros árboles, sobrepasándolos y robándoles la luz, una árbol puede crecer más y mejor. O que un árbol que tiene más terrero para él solo puede obtener más minerales y por tanto vivir mejor. Pero no es así. Y me encanta. El autor explica:

Pero el hecho de que sólo sobrevivan los más fuertes, ¿no es algo propio de la evolución? Los árboles negarían con la cabeza, más bien dicho con la copa. Su bienestar depende de la comunidad y cuando los supuestamente más débiles desaparecen, los demás también pierden. (pág. 23)

Los árboles se sincronizan de forma evidente de tal manera que todos consiguen el mismo rendimiento. Y eso no es algo lógico (…). Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. Sin importar si son gruesos o delgados, todos los ejemplares producen, con ayuda de la luz, la misma cantidad de azúcares en cada hoja. La igualdad se produce bajo tierra a través de las raíces. A este nivel, tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho da y el que tiene poco recibe ayuda. (pág. 22)

Cuando leí esto un sentimiento de ternura me invadió. No quiero humanizar a los árboles o trasladar conceptos humanos a una realidad que nada tiene que ver, pero, por un momento, pensé: “Owww, ¡los árboles se cuidan entre ellos! ¡Son tan monos!”.

Me gusta descubrir este tipo de cosas porque creo que es importante que este tipo de narrativas ganen importancia. Como he mencionado antes, los discursos individualistas suelen utilizar el argumento de así funciona la naturaleza es la ley del más fuerte blah blah blah… Pero ya lo dijo Kropotkin… La naturaleza no es así. Lo que ha hecho que las especies sobrevivan es el apoyo mutuo. Conocer y comprender este tipo de realidades puede ayudarnos a cambiar nuestra visión y, con suerte, ser un poquito más como los árboles. De hecho, creo que mi vida a partir de hoy va a consistir en buscar el sol para hacer la fotosíntesis, buscar un suelo firme, que me aporte nutrientes y fuerzas, y que esté cerca de los quiero, para poder compartir con ellos y que sobrevivamos y vivamos juntos. En definitiva, voy a ser un árbol.